Shock

El shock clínico es una condición médica que es mucho más grave que el shock emocional general que una persona pueda sufrir cuando sea testigo o esté involucrada en un accidente menor de tránsito.

Para funcionar normalmente, los órganos necesitan suficiente presión sanguínea (presión de perfusión) para mantener la sangre fluyendo por ellos para entregar oxígeno y otros nutrientes. Si esa presión se cae, los órganos no pueden trabajar correctamente. En la cancha esto puede deberse a:

  1. Que no circule suficiente sangre o fluido en la circulación (más comúnmente debido a sangrado: shock hemorrágico).
  2. Una lesión de médula espinal que interrumpe la provisión a los nervios que normalmente estrechan las arterias para apoyar la presión sanguínea. Por eso, se dilatan y la presión sanguínea cae (shock neurogénico).

La pérdida de sangre y el shock hemorrágico es mucho más común que el shock neurogénico. La diferencia fundamental entre los dos es que en el shock hemorrágico no hay suficiente sangre en la circulación, pero en el shock neurogénico está la correcta cantidad de sangre pero en el lugar equivocado. En consecuencia, puede haber confusión mental del paciente a partir de que el cerebro no funcione correctamente o de que el herido pueda sentirse débil debido a la baja presión sanguínea.

RECUERDE QUE LA CONMOCIÓN CEREBRAL ES UNA CAUSA MÁS COMÚN DE CONFUSIÓN QUE EL SHOCK.